Autor
Heriberto Machado
Poeta y narrador. Lector. Padre. Casado con la literatura. Amante de la música, la pintura y el cine. Disfruto con las victorias del Real Madrid, aunque no tanto como con las derrotas del Barça.
No es fácil sobrevivir en Cuba. Uno tiene que exprimirle el quilo a todo. Este autor, al igual que Mario Conde —el persojae de Leonardo Padura—, se ha visto en el afanoso trapicheo de la compraventa de libros.
Una sociedad inmovilizada por el miedo no podrá avanzar nunca; el país donde esta yazga irá a la deriva por los derroteros que tracen aquellos que tienen el poder.
Apenas me detendré en el Artículo 3, pues entiendo que es el que más cercena la libertad de este pueblo. El mismo comienza diciendo que: “La defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de todo ciudadano”.
No veo nada de malo en que la sociedad se desnude; pero sí me resulta alarmante que ya los instigadores de la lectura no encuentren métodos posibles para lograr que las personas se detengan ante un lomo. No obstante, para si a alguien se le ocurre acá van diez libros que bien valdría la pena leerse en cueros.
Nuestro gobierno insiste en llamarse revolucionario, pero hace tiempo —yo diría décadas— que ese nombre le queda demasiado grande.
Si algo quisiera inculcar en mi pequeño es la existencia de contrastes dentro de todo lo natural y humano.
Valdría meditar si el camino que ha de llevar a nuestro país al socialismo está más empotrado de ganas de erradicar la riqueza y no la pobreza. Para que el socialismo no sea de la boca para fuera.
Solo cuando hay que votar, cuando hay que ir a hacer el paripé de atravesar el recinto donde está la sábana blanca, la urna y los pioneros con su mano alzada, yo no quisiera estar en mi casa, no quisiera estar en mi barrio.
El común de los cubanos no se ve encarnado en esa persona por la que votan cada dos años y medio. Todos repiten que es risible votar por alguien que luego votará por alguien que a su vez volverá a votar para entonces elegir al Presidente de la República. Pero lo dicen en marcos cerrados, nadie se atreve a exponer públicamente sus ideas al respecto.
En octubre de 1959 desapareció uno de los hombres indispensables de la Revolución, uno de los cubanos más encomiables de todos los tiempos.
Se está haciendo habitual que cualquier persona invada sonoramente los espacios públicos sin tener un permiso para ello. Estaba por amanecer y yo iba en una guagua rumbo a Jatibonico. Sentí ganas de oír música y me coloqué los audífonos. Mis audífonos son de los grandes, de los que te rodean el cráneo y te […]
El caos causado por Irma en Júcaro, al sur de Ciego de Ávila, fue enorme. No obstante, el pueblo renace. Los jucareños persisten.
Alarma la cantidad de cubanos que no se inmiscuyen en el acontecer social, político y económico del país; así como el desconocimiento total o parcial de nuestras leyes.
Hay quien ve la crítica como un aspecto perjudicial o dañino, y antes de razonar, enjuicia o calumnia a quienes la ejercen.
Moonlight, el filme triunfador en la más reciente entrega de los Premios Óscar, me hizo reflexionar sobre la crianza de mi hijo y diversos males que persisten en nuestra sociedad.
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Heriberto Machado
Poeta y narrador. Lector. Padre. Casado con la literatura. Amante de la música, la pintura y el cine. Disfruto con las victorias del Real Madrid, aunque no tanto como con las derrotas del Barça.
No es fácil sobrevivir en Cuba. Uno tiene que exprimirle el quilo a todo. Este autor, al igual que Mario Conde —el persojae de Leonardo Padura—, se ha visto en el afanoso trapicheo de la compraventa de libros.
No veo nada de malo en que la sociedad se desnude; pero sí me resulta alarmante que ya los instigadores de la lectura no encuentren métodos posibles para lograr que las personas se detengan ante un lomo. No obstante, para si a alguien se le ocurre acá van diez libros que bien valdría la pena leerse en cueros.
Valdría meditar si el camino que ha de llevar a nuestro país al socialismo está más empotrado de ganas de erradicar la riqueza y no la pobreza. Para que el socialismo no sea de la boca para fuera.
En octubre de 1959 desapareció uno de los hombres indispensables de la Revolución, uno de los cubanos más encomiables de todos los tiempos.
Alarma la cantidad de cubanos que no se inmiscuyen en el acontecer social, político y económico del país; así como el desconocimiento total o parcial de nuestras leyes.
Una sociedad inmovilizada por el miedo no podrá avanzar nunca; el país donde esta yazga irá a la deriva por los derroteros que tracen aquellos que tienen el poder.
Nuestro gobierno insiste en llamarse revolucionario, pero hace tiempo —yo diría décadas— que ese nombre le queda demasiado grande.
Solo cuando hay que votar, cuando hay que ir a hacer el paripé de atravesar el recinto donde está la sábana blanca, la urna y los pioneros con su mano alzada, yo no quisiera estar en mi casa, no quisiera estar en mi barrio.
Se está haciendo habitual que cualquier persona invada sonoramente los espacios públicos sin tener un permiso para ello. Estaba por amanecer y yo iba en una guagua rumbo a Jatibonico. Sentí ganas de oír música y me coloqué los audífonos. Mis audífonos son de los grandes, de los que te rodean el cráneo y te […]
Hay quien ve la crítica como un aspecto perjudicial o dañino, y antes de razonar, enjuicia o calumnia a quienes la ejercen.
Apenas me detendré en el Artículo 3, pues entiendo que es el que más cercena la libertad de este pueblo. El mismo comienza diciendo que: “La defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de todo ciudadano”.
Si algo quisiera inculcar en mi pequeño es la existencia de contrastes dentro de todo lo natural y humano.
El común de los cubanos no se ve encarnado en esa persona por la que votan cada dos años y medio. Todos repiten que es risible votar por alguien que luego votará por alguien que a su vez volverá a votar para entonces elegir al Presidente de la República. Pero lo dicen en marcos cerrados, nadie se atreve a exponer públicamente sus ideas al respecto.
El caos causado por Irma en Júcaro, al sur de Ciego de Ávila, fue enorme. No obstante, el pueblo renace. Los jucareños persisten.
Moonlight, el filme triunfador en la más reciente entrega de los Premios Óscar, me hizo reflexionar sobre la crianza de mi hijo y diversos males que persisten en nuestra sociedad.
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