La red social Facebook se ha convertido en una vía para el empoderamiento de la ciudadanía cubana a falta de otros recursos o canales donde expresar dificultades cotidianas.
Mientras los medios de comunicación oficiales se distancian de la realidad social, y las estructuras gubernamentales no resuelven los reclamos, el escenario digital pasa a ser —si no el único— de los pocos espacios que disponen los cubanos para expresarse y articularse.
¿A dónde acude la ciudadanía cuando ha intentado gestionar un problema sin éxito a través de las instituciones estatales? ¿Cómo lograr ser escuchada en un contexto donde probablemente la frase más repetida sea «no hay»?
Facebook ofrece un entorno participativo al que pueden acceder las personas que dispongan de conexión a Internet, crea una sociedad en red que se activa y conecta a través de intereses afines. Es un espacio que el Gobierno cubano no puede controlar del todo y, por tanto, llama su atención la Cuba que allí se cuenta.
Lo corrobora la madre de tres hijos, Amelia Calzadilla, cuya directa del 9 de junio de 2022 se hizo viral y en otra transmisión varios días después explicó por qué había escogido esa red social para denunciar los altos costos de la electricidad en su casa: «Porque las oficinas de Atención a la Población que tienen creadas en el país son obsoletas. No funcionan. Son oficinas de escuchar problemas (...) y ellos te dan la “esperanza” de que no hay y de que para ti no va a haber».
Amelia recordó los vericuetos insondables de la burocracia cubana, demostró con documentos cuántos lugares había visitado, cuántas quejas había puesto y lo que había logrado: nada.
A propósito de la actual crisis económica y de las potencialidades de las directas como vía de denuncia, la profesora Alina López advirtió en un post del 30 de junio: «La situación es crítica con los cortes de electricidad. Ya se me quemó la máquina del refrigerador, me endeudé y pude resolver el problema, (cosa que muchas personas no podrán hacer dados los precios de una máquina: 230 MLC (más mano de obra), pero si se me rompe la computadora creo que empezaré a estrenarme en el tema de las directas.»
Un programa de la televisión cubana hizo una alusión insensible e irónica —y tomando como referencia la directa de una madre de Aguada de Pasajeros— a los «cinco tips» que deben seguirse para que una directa sea «incendiaria» y se vuelva viral: 1) ponerse frente a la cámara de selfie y anunciar un bombazo, 2) iniciar refiriéndose directamente a Díaz- Canel u otro dirigente o indirectamente reconociendo que no se quería hacer la directa, 3) aprenderse nombres de dirigentes cubanos, 4) contar una historia que sensibilice e, incluso, llorar y 5) no hablar solo de sus problemas, sino de los de todo el país.
Sin embargo, los «tips» desconocen que, pese al costo de Internet en el país y las dificultades de conexión, si estas mujeres decidieron hablar, no fue por un «modelo» que las impulsó, sino por la desesperación ante un problema que se extiende en el tiempo sin una posible solución. Además muchos cubanos reconocen que, tras hacer públicos sus asuntos en redes sociales, han logrado una respuesta institucional.
Mailén Díaz rompe el silencio
Mailén Díaz Almaguer no había hecho antes una directa en Facebook. Cuando el 20 de junio de 2022 transmitió en vivo, junto a su esposo Mario Jesús Rodríguez, lo hizo para solicitar ayuda. La única sobreviviente del accidente aéreo que en 2018 cobró la vida de más de 100 personas y la dejó cuadripléjica, habló sobre su situación de salud y reveló detalles sobre los procesos en los que estuvo involucrada a raíz del siniestro.
Mailén explicó que había realizado varias llamadas infructuosas al personal de salud que le atiende, para solicitar los guantes y lubricantes que usa en el cambio cada cuatro horas de la sonda vesical que tiene. Es un proceso que amerita insumos médicos nuevos y esterilizados porque provoca infecciones recurrentes. Además, como parte del tratamiento debe tomar cada noche una pastilla de nitrofurantoína, un antiséptico urinario que en estos momentos está en falta en Cuba.
Ante la escasez de estos recursos y por la experiencia de otras personas que han resuelto problemas similares a través de las redes, Mailén decidió hablar. Optó por la directa porque se cansó de hacer llamadas diarias y no tener una respuesta. Su esposo, que intervino durante parte de la transmisión en vivo, denunció que habían intentado, sin éxito, tener un contacto con el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez para hablar sobre el futuro de la salud de Mailén.
Hasta el momento el video acumula 132 mil reproducciones y casi cuatro mil comentarios en los cuales se debate sobre posiciones políticas, las formas de agradecimiento, la situación de escasez en Cuba y hasta se cuestiona la creencia religiosa de la sobreviviente.
La explosión de Amelia Calzadilla
Madre de tres hijos, Amelia Calzadilla irrumpió en Facebook el 9 de junio con un mensaje para el Ministro de Energía y Minas sobre el alto costo de la electricidad. Su denuncia no solo se viralizó con más de siete mil comentarios y cerca de 400 mil reproducciones, sino que generó un movimiento de apoyo entre madres cubanas que compartieron similares experiencias.
«En mi casa me quitan la luz todos los miércoles. Mis hijas que están en edad escolar dejan de ir a la escuela porque yo no tengo con qué cocinar porque la empresa de gas no me da servicio», explicó.
No responsabilizó a la delegada de su circunscripción, ni a los funcionarios del municipio Cerro, donde reside, sino a la cúpula de poder en Cuba. La madre habanera le recordó al presidente Miguel Díaz-Canel que había prometido que el dólar se comercializaría a 24 pesos cubanos y hoy ella lo pagaba a 110 en el mercado informal.
«No me puedo ir porque no tengo dinero, ni tengo que hacerlo porque yo nací en este país igualito a ti, los derechos de ciudadana que tengo son los mismos que tienes tú, los mismos. Mis hijos tienen derecho a crecer aquí, a trabajar aquí, a formar una vida aquí, a comerse la comida de aquí y todo el mundo tiene que respetar eso», increpó a los dirigentes cubanos.
En nueve minutos, Amelia revolucionó las redes. Madres y padres que residen dentro y fuera del país comenzaron a pronunciarse en apoyo a sus palabras y a utilizar las etiquetas #todossomosAmelia y #Amelianoestásola. Pero con la solidaridad, también llegó el enjuiciamiento y el análisis político de su denuncia.
Respuestas y repercusiones
Un día después de su directa, Mailén Díaz Almaguer publicó una de las intimidaciones que recibió por interno: «Mailén, la vamos a coger contigo. Entre tantos que iban en el avión ¿tenía que quedar este ser?».
Entre todas las opiniones a su publicación, llamó la atención que la actriz y locutora Arletty Roque Fuentes escribiera: «¡Vergüenza! Cuba rezó. Millones lo hicimos. Hoy, para mí, murió. Pero ojalá viva mucho, así le deberá a Cuba cada respiro. ¡INGRATA!».
El licenciado en derecho y conductor de programas de la televisión nacional, Humberto López, se sumó a las críticas y compartió en Facebook un análisis de un usuario identificado como Reinier Alejandro con la etiqueta #RevoluciónEresGrande. El post centraba el debate en el momento en que Mailén dijo no tener que agradecerle a la salud cubana. Reinier Alejandro califica el mensaje de «irracional» porque, a su juicio, la sobreviviente desconoce la situación económica que embarga al sistema de salud cubano.
El 25 de junio, Mailén agradeció en Facebook a todos los que le donaron insumos médicos y medicinas y a los que oraron a Dios por su vida.
Las reacciones a la directa de Amelia Calzadilla también estuvieron signadas por la polarización y, además, por las acusaciones sin pruebas. La primera medida fue cortarle el Internet y fue visitada por tres personas del Gobierno para conversar sobre lo que dijo. Para desmentir y denunciar cada campaña en su contra, Amelia realizó en los días siguientes otras dos directas.
En su contra algunos usuarios en redes sociales señalaron que la calidad de las lámparas, los muebles de su casa y sus uñas acrílicas, denotaban bonanza económica y no carencias.
Un artículo publicado en el medio oficial Cubadebate, titulado «Nuestra determinación tiene que ser, ahora y siempre, que saldremos adelante, nunca nos rendiremos», catalogó la denuncia de Amelia como «una operación de laboratorio, nada espontánea y detrás de ella, los sospechosos habituales».
Según Amelia, la publicación le costó una estancia en el hospital a su mamá por una arritmia y declaró en la directa del 13 de junio que entendía como una agresión directa que Cubadebate, que es un espacio oficial, la acusara de hablar solo porque alguien la había «financiado» y ni siquiera le diera derecho a réplica.
Amelia, quien dijo que su postura política era ser madre, tuvo que defenderse también de las insinuaciones del youtuber Guerrero Cubano, quien el 11 de junio de 2022 anunció un programa especial sobre las «supuestas madres sufridas que pretenden inundar las redes con mentiras y responden al ala terrorista de Miami». Aseguró tener todas las pruebas para demostrarlo y ese mismo día publicó fotos de Amelia compartiendo con unas amigas en el cabaret Tropicana.
Pero su programa no salió en la fecha prevista. El Guerrero se retractó y entre las razones argumentó haber visto la segunda directa de la madre donde se refería a él. Señaló que se trataba de un gesto de caballerosidad y humanismo de su parte, aunque quizá se trataba de una carencia de las ostentadas pruebas o de la presión que ejercía el apoyo popular que Amelia recibió.
A pesar de los ataques e intentos para desmoralizarla, Amelia dejó su huella. Finalmente fue escuchada durante más de dos horas en la sede del Gobierno del municipio Cerro, encuentro que cubrió incluso —desde fuera porque no pudieron participar—, la prensa extranjera acreditada.
Las autoridades le explicaron por qué no tuvo durante diez años servicio de gas y ella pudo demostrar, con documentos, que había recurrido a todas las instancias gubernamentales sin éxito, antes de explotar en redes sociales.
Mientras no funcionen con efectividad los canales para atender los reclamos de la población, los cubanos utilizarán las redes como un ejercicio ciudadano para visibilizar y gestionar sus problemas, más allá de cualquier postura política. Ni Amelia, ni Mailén serán las últimas, ni la censura del Gobierno cubano podrá acallar las voces de la desesperación.
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