Autor
Carlos A. Rodríguez
Hace años una comadrona me trajo al mundo en Guaracabuya, el centro geográfico de Cuba. No sé por qué se me metió en la cabeza estudiar periodismo. Pero estudié y me gradué y ahora tengo un serio problema: las loas, los temas resueltos, no logran interesarme. A mí me gustan los conflictos. Soy feminista y transfeminista. No soporto las categorías binarias: si volviera a nacer quizá sería una drag queen.
La desaparición y asesinato de Leydi Laura García Lugo, una joven estudiante de Medicina de 21 años, reavivó la discusión sobre el feminicidio en Cuba. ¿Leydi Laura «era» más vulnerable por ser mujer, por estar sola en la carretera? ¿Su género importaba?
Reinier Luaces se pregunta constamente sobre los fines del arte y, sobre todo, sobre sus propias utopías.
Yabó llega todos los días al aula, blanco, impoluto. Atraviesa las miradas de la gente desde Santa Clara hasta la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, donde estudia Periodismo.
Hace siete años Enmanuel Rufín Guerra se graduó de técnico medio en Bibliotecología. A esa hora, sin embargo, no siguió el camino más probable o acaso el más expedito.
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Carlos A. Rodríguez
Hace años una comadrona me trajo al mundo en Guaracabuya, el centro geográfico de Cuba. No sé por qué se me metió en la cabeza estudiar periodismo. Pero estudié y me gradué y ahora tengo un serio problema: las loas, los temas resueltos, no logran interesarme. A mí me gustan los conflictos. Soy feminista y transfeminista. No soporto las categorías binarias: si volviera a nacer quizá sería una drag queen.
La desaparición y asesinato de Leydi Laura García Lugo, una joven estudiante de Medicina de 21 años, reavivó la discusión sobre el feminicidio en Cuba. ¿Leydi Laura «era» más vulnerable por ser mujer, por estar sola en la carretera? ¿Su género importaba?
Hace siete años Enmanuel Rufín Guerra se graduó de técnico medio en Bibliotecología. A esa hora, sin embargo, no siguió el camino más probable o acaso el más expedito.
Reinier Luaces se pregunta constamente sobre los fines del arte y, sobre todo, sobre sus propias utopías.
Yabó llega todos los días al aula, blanco, impoluto. Atraviesa las miradas de la gente desde Santa Clara hasta la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, donde estudia Periodismo.