ACTUALIZADO - 8/7/2022*
* Este texto se actualizó para ELIMINAR una sección ante una solicitud de corrección realizada por el periodista José Raúl Gallego, disponible en el siguiente enlace:
DeFacto reconoce que realizó una clasificación incorrecta del contenido, pues las evidencias obtenidas durante el proceso de verificación de la información no eran concluyentes y como resultado se vulneraron los derechos del periodista José Raúl Gallego y se comprometió su credibilidad pública. Ante los errores metodológicos y éticos cometidos, volvemos a ofrecer, públicamente, nuestras disculpas al colega.
Como resultado de este análisis, eliminamos el fragmento del artículo. Reiteramos el compromiso con la búsqueda de la verdad, la buena praxis periodística y la responsabilidad con nuestra audiencia.
En vísperas del primer aniversario de las mayores protestas populares acontecidas durante la etapa revolucionaria el 11 de julio de 2021, comienzan a circular nuevos mensajes FALSOS.
En esta ocasión, las noticias aluden a estallidos sociales próximos, a supuestas acciones de protestas y a un estado de militarización generalizada para responder a posibles manifestaciones populares.
FALSO: Camagüey militarizado
Un día después, el usuario de Twitter El Arquitecto (@ArquiSpaces), residente en La Habana, refirió en un mensaje en esa red de información que Camagüey se hallaba «militarizado, la plaza Méndez llena de boinas negras. Atentos todos en Camagüey, me llega esta noticia, ¿alguien puede confirmar?».
Ninguno de los usuarios que comentó la referida publicación confirmó la noticia. Por su parte, dos periodistas de ese territorio al ser consultados desmintieron categóricamente el despliegue de gran número de agentes policiales, del Ministerio del Interior (Minint) o de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en las calles de la ciudad agramontina en días recientes.
«La localidad no muestra evidencia de tensiones sociales ni movilizaciones para reprimirlas», según los residentes consultados. Un ejemplo de ello es que la decisión de las autoridades locales de posponer las tradicionales celebraciones del San Juan (los carnavales populares de la ciudad), debido a las dificultades con la generación de electricidad, fue una noticia asumida por la población con tranquilidad, declararon nuestras fuentes.
Aunque en Cuba en el argot popular se denomina como «militarización» a la presencia de efectivos de las fuerzas policiales y militares en las calles, de acuerdo con el diccionario de Oxford, se entiende por militarización el sometimiento de una población, un lugar, etc., a la disciplina, el espíritu o las costumbres militares.
La Ley de Defensa Nacional vigente en la nación no contempla el término. Lo más cercano a un estado de «militarización» en la isla, sería la declaración, en correspondencia con la Constitución y la Ley de Defensa, de las situaciones excepcionales siguientes: el estado de guerra o la guerra; la movilización general y el estado de emergencia, ante las que se activarían los Consejos de Defensa para dirigir el país.
Si no existe declaración oficial de las referidas situaciones excepcionales no puede describirse el estado de cosas del orden interior como «militarización».
Día cero en Cuba: el primero de julio de 2022
En una directa en Facebook realizada desde su perfil, Ross María, residente en Miami, dio lectura a un mensaje —que aseguró le fue enviado por un ciudadano de la provincia Holguín, Cuba—, en el que se aseguró que el primero de julio sería nombrado «día cero para la economía cubana».
De acuerdo con el texto del mensaje, en una reunión realizada en ese territorio se informó a los participantes que, a partir del primero del presente mes, «no habrá nada de combustibles y por ende el transporte será paralizado». El contenido afirma, además, que en el encuentro se afirmó que «no va a haber nada, esto se va a poner como nunca, sin comida, apagones y estallidos sociales».
Según se declara en la propia transmisión directa, la fuente anónima de la noticia no participó en la reunión, sino que «conversó con uno de los presentes», y fue así como obtuvo la información.
Hasta este 5 de julio, ninguna otra fuente ha respaldado la información.
El establecimiento de un día cero para la economía cubana el primero del mes en curso tiene su referencia más lejana en la declaración del inicio del Período Especial en tiempo de paz, nombre que confirió la dirección del país a la etapa de profunda crisis que sobrevino entre los noventa y la primera década de los 2000.
Más cercano en el tiempo, y dentro de un marco diferente, el primero de enero de 2021 fue también nombrado día cero, porque marcó la fecha del comienzo del proceso de ordenamiento monetario y cambiario que se implementó en economía doméstica.
Al margen de que existe en la isla un escenario de marcada escasez de combustibles y carencia de insumos básicos, al cierre del miércoles 6 de julio ninguna autoridad nacional ha decretado el comienzo de una nueva etapa de Período Especial.
Orientaciones para enfrentar la salida del pueblo a las calles
Un mensaje que menciona recientes convocatorias a «salir a las calles hasta que se caiga el país» y establece indicaciones para darle respuesta a estas acciones también ha circulado en las redes sociales durante los últimos días.
El contenido asegura que se está promoviendo «que salgan a las calles las madres con niños y que después se incorporen los hombres». Por tal motivo, se orienta que se deben «activar al menos dos BRR (brigadas de respuesta rápida) por consejo popular» (…), «los trabajadores sociales, las direcciones municipales» y los trabajadores de cada entidad, «para prever (…) carteles o incidencias de otro tipo».
Sin embargo, el mensaje no precisa la fecha en la que tendrá lugar la salida a las calles. Tampoco se expone en qué jornada deben desarrollarse las acciones de movilización por parte de los factores estatales para mantener bajo control la supuesta protesta popular.
No se explicita tampoco qué autoridad u organización oficial, gubernamental política o de masas respalda y dispone tales orientaciones para la respuesta a las protestas.
En el país sí existen las conocidas como brigadas de respuesta rápida en las entidades estatales. Se activan ante situaciones políticas de choque, por lo que su convocatoria tiene un carácter circunstancial. Hasta donde se conoce, se trata de grupos conformados y convocados con fines políticos y represivos, para responder en momentos específicos y donde el Gobierno los necesite.
Es cierto que los reportes mediáticos posteriores a las protestas que tuvieron lugar a lo largo del país el 11 de julio de 2021 registraron la participación de los miembros de las brigadas en la contención de las manifestaciones. No obstante, no puede afirmarse que se han activado en específico en las circunstancias actuales por la amenaza de un estallido popular no verificable, como indica el mensaje.
Algunos rasgos comunes
Desinformaciones semejantes se tornan recurrentes en el contexto cubano de estos días y en la medida en que se acera el primer aniversario del 11J puede presumirse que su número aumente.
Toman como base situaciones verosímiles y que puedan resultar de algún modo creíbles para los usuarios. Dentro de un marco real, distorsionan los hechos, exageran la realidad o refieren sucesos que no han ocurrido.
Su finalidad es la misma: crear y difundir un clima de confusión que propicie enfrentamientos y tensiones en la isla.
En su mayoría, estas fake news comparten características comunes que pueden ayudarnos a reconocer que nos encontramos ante la misma modalidad de contenido falso.
Por ejemplo: nunca declaran una fuente confiable que sustente la información difundida y, por lo general, los «datos» se exponen de forma imprecisa. De igual manera, suelen redactarse o difundirse en forma de rumor, y quien las publica o difunde nunca ha sido testigo directo de los acontecimientos que narra.
Pueden tener la forma de imágenes o videos engañosos, falsas convocatorias e incluso noticias o grabaciones descontextualizadas que refieren sucesos antiguos y se difunden como si se tratase de acontecimientos del presente.
Se propagan con celeridad y generan incertidumbre entre quienes los reciben. En gran medida, porque el escenario de crisis que sirvió de base a las protestas de julio de 2021 se mantiene; y esto genera un entorno propicio para la difusión de hechos o estados de cosas no verídicos que, en su mayoría, auguran el desarrollo de acontecimientos semejantes a los del verano pasado.
También porque, en vísperas de su primer aniversario, lo acontecido el 11J se encuentra todavía fresco en la memoria de los cubanos.
Nadie ha olvidado que en julio de 2021 miles de cubanos salieron a las calles con reclamos de mejoramiento de la difícil situación del país, el fin de las tiendas en moneda libremente convertible (MLC), la aplicación de vacunas contra la COVID-19, sumados también a reclamos de libertad y contra el presidente Miguel Díaz-Canel.
Con tales antecedentes no resulta extraño que las más recientes fake news aludan a la ampliación de la presencia militar en las calles, la disposición de una contingencia en tiempo de paz, el comienzo de muestras aisladas de protestas y hasta indicaciones «oficiales» para responder ante el supuesto caso de que el pueblo salga a las calles otra vez.
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