La información sobre supuestos cambios en la venta de productos de la canasta básica como el arroz, azúcar, huevos y cárnicos en julio de 2022 que se comparte a través de las redes sociales por estos días es FALSA.
El mensaje, que se ha divulgado en Facebook y WhatsApp, refiere que «el próximo mes en la bodega» se entregarán «3 libras de arroz y el resto de harina, 3 huevos, el pollo cada 90 días, 2 tubos de picadillo, 2 libras de azúcar». Afirma, además, que la información la recibieron «personas que asistieron» a una «reunión en comercio».
El departamento de Atención Ciudadana del Ministerio de Comercio Interior (Mincin) de Cuba, contactado por vía telefónica, desmintió la información y subrayó que, hasta este 24 de junio, no se ha tomado ninguna decisión que implique un cambio en la distribución de la canasta básica para el mes próximo.
La entidad sí explicó que en el caso de los productos cuya disponibilidad inicial no alcance las cantidades totales previstas —como se debe hacer en el caso del arroz—, se venderá a los consumidores de manera fraccionada, en dos partes, pero en el transcurso del mismo mes.
No se prevé afectación para julio en cuanto a la cantidad establecida ni en la venta de arroz ni en la de azúcar, huevos o cárnicos, confirmó la dirección ministerial.
Por su parte, un funcionario del Mincin en Villa Clara, también consultado, ratificó que hasta el 24 de junio no se ha orientado ninguna modificación en las cuantías de los productos a vender de forma racionada ni con respecto a sus tiempos de entrega a los consumidores.
Según amplió la fuente, en los días de junio que transcurren se ha comenzado la distribución, desde los almacenes hacia las bodegas, de la canasta básica que se venderá a partir del primero de julio.
Y mientras se avanza en la distribución, se mantiene la entrega de las mismas cantidades de libras de arroz por consumidor, huevos, azúcar, el pollo de población y un cárnico o dos (picadillo o mortadela), de acuerdo con la disponibilidad de los proveedores (empresas cárnicas).
En la actualidad, declara el funcionario, se entregan en Villa Clara a cada consumidor mediante la libreta de abastecimiento 7 libras de arroz (5 + 2 adicionales), 1 y media de azúcar refinada (blanca), 2 libras y media de azúcar crudo, 5 huevos (+ 2 adicionales cuando existe disponibilidad) y media libra de picadillo. En el caso del pollo de población, lo establecido son 12 onzas en las zonas urbanas y 10.6 en zonas rurales. Aunque en todo el país la distribución no es exactamente igual, oscila alrededor de esas cantidades.
En el actual contexto de crisis, y en lo fundamental desde el año anterior, el Mincin ha debido informar de forma sistemática sobre dificultades con la disponibilidad de los insumos de la canasta normada, así como los ajustes para el cumplimiento de su venta a la población.
En su más reciente comparecencia pública en el espacio radio-televisivo Mesa Redonda, en mayo de 2022, la ministra de Comercio Interior Betsy Díaz Velázquez declaró que «hay productos como el café, el arroz y el azúcar que se están entregando dentro del mes» y que «en otros productos como el pollo se ha logrado una estabilidad».
La cuenta oficial de la institución en Facebook desmintió el tema.
Carencia de productos y de opciones
Las desinformaciones relacionadas con el tema de los productos que integran la canasta básica se divulgan con rapidez y provocan confusión entre los usuarios, en gran medida, debido al contexto de casi un año de inestabilidad e incertidumbre con el cumplimiento de las ventas normadas en el país.
A fines de octubre de 2021, la titular del Mincin ofreció declaraciones a ACN para explicar el atraso en la llegada de productos (el pollo, el arroz y la leche en polvo); los cuales, según la funcionaria, no arribaron en tiempo al país por problemas con el embarque desde los puertos de origen y la necesidad de su importación desde lugares distantes.
Los alimentos mencionados y otros como el café y el azúcar han registrado algún tipo de inestabilidad, desde entonces, con su abastecimiento en las bodegas.
Por ello, las declaraciones de Díaz Velázquez iniciaron una serie de informaciones ministeriales sobre el tema de la canasta familiar que se han tornado recurrentes. Con regularidad casi mensual, el Mincin emite una nota de prensa para aclarar los retrasos en la entrega o las dificultades con el completamiento de lo establecido en determinados productos de la canasta.
Aunque la denominación canasta básica, en sentido económico, se refiere al conjunto de productos considerados esenciales para la subsistencia y bienestar de los miembros de una familia, en Cuba, las cantidades de alimentos que se garantizan de forma racionada no satisfacen la necesidad mensual de los consumidores. Sin embargo, ante la actual ausencia de otras opciones para adquirirlos, lo que llega a los hogares cubanos por esta vía resulta imprescindible.
Entre 2019 y 2021 en el país se eliminó la venta liberada de huevos, arroz, azúcar y pollo. Estos productos con anterioridad podían ser adquiridos en moneda nacional —además de en las bodegas— en los llamados Mercados Ideales; y en el caso del arroz, azúcar y pollo también existía oferta en CUC (la moneda libremente convertible cubana) aunque a precios más altos.
El actual escenario de crisis ha estado marcado por la desaparición de las opciones para adquirir los alimentos, todos de alta demanda en Cuba. Las razones son diversas. Aunque entre las principales pueden nombrarse los bajísimos índices productivos nacionales y las dificultades financieras para compensarlos con importaciones.
Así, por ejemplo, la demanda nacional de arroz supera con creces las 700 mil toneladas, según cálculos del director general del Instituto de Investigaciones de Granos, Telce Abdel González Morera. Solo el distribuido mediante la canasta básica equivale a unos 38 kilogramos por persona anualmente. En las últimas décadas, el año 2003 fue el único en que se lograron 751 800 toneladas. En el resto de los años, por incumplimiento de los planes productivos, han debido importarse más de 400 mil toneladas anuales.
En el caso del azúcar, la suerte no resulta mejor. La producción doméstica de 2022 tocó fondo con poco más de 470 mil toneladas. El resultado devino la peor caída del rublo en el último lustro y la que se registra como una de las peores zafras de la historia. El grupo estatal azucarero cubano AzCuba reconoció, incluso, que «no va a poder cumplir con sus compromisos internacionales» este año. Si se exporta el azúcar, no puede satisfacerse la demanda interna.
En moneda libremente convertible (MLC), no obstante, existe una oferta de estos productos, aunque no es estable. En la red de tiendas minoristas —en menor cuantía— y en las plataformas de compras virtuales para comprar desde el exterior —en mayor medida—, pueden adquirirse insumos como arroz (en saco), huevos (cartones), pollo, picadillo. Los precios son altos y la mayoría de los cubanos no tienen acceso a ellos.
Los alimentos expendidos mediante la libreta de abastecimiento fueron subsidiados hasta el comienzo del proceso de ordenamiento monetario y cambiario que inició en 2021. Cuando los precios se establecieron sin el respaldo de los fondos del Estado, registraron un aumento del 780 % el costo previo, según cálculos del economista Pedro Monreal.
El mismo proceso de ordenamiento desató una inflación galopante en el país, y el valor de estos insumos que se expenden racionados llegó en el mercado informal a cifras astronómicas. Con la confluencia de la escasa oferta y la alta demanda, hoy una libra de arroz revendida supera los 40 CUP; un cartón de huevos, los 600 CUP, y; una caja de pollo de 15 kilogramos, los 5 000 CUP.
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