Matices (Hotel Iberostar Grand Packard). Fotos: José Leandro Garbey.
Cuba: entre hoteles y escombros
8 / julio / 2022
Uno de los sectores cubanos más golpeados por la COVID-19 ha sido la hotelería. Aunque en 2022 ha aumentado el número de visitantes internacionales —564 847 hasta el mes de mayo— en comparación con el año anterior —88 239—, las cifras distan de las alcanzadas antes de la pandemia.
Datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) arrojan que las inversiones en Servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler, en 2019, se situaron sobre los 3 654 millones de pesos, las cuales representan el 38.5 % de las ejecutadas en el país; mientras que, en 2020, la cifra ascendió a 4 139 millones de pesos, para un 45.6 % de los recursos invertidos. En el caso de la categoría Hoteles y restaurantes, en ambos años las inversiones fueron de 178 millones de pesos, menos del 2 % del total.
El economista cubano Pedro Monreal explicó en Twitter que «no toda inversión en Servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler es inversión turística, pero toda la inversión turística bajo un esquema inmobiliario se incluye en esa categoría. No hay cifras, pero es razonable asumir que es la mayoría de la inversión turística. En Cuba se registra por separado la inversión en Hoteles y restaurantes, que incluye inversión turística que no funciona en esquemas inmobiliarios».
Poner el techo
Una nota de Prensa Latina informa que Cuba tiene un déficit habitacional de unos 900 mil inmuebles, entre la necesidad de nuevas construcciones y las labores de rehabilitación. De ahí que desde 2019 pusiera en práctica el Programa de la Vivienda para contrarrestar la situación en el entorno de 10 años. Además, señala que solo 18 645 residencias fueron construidas el pasado año, al incumplirse en un 42 % lo previsto en el plan anual.
«En este contexto de crisis, el Gobierno cubano demuestra sus prioridades: en 2021 había añadido 4 000 nuevas habitaciones para el turismo internacional que, valoradas todas al precio menor de la Cartera de Negocios, equivalen a 660 millones de dólares», indica un texto publicado por elTOQUE. Cada habitación costaría cerca de 165 mil dólares.
Monreal afirma que entre 2014 y 2020, las habitaciones en hoteles cinco estrellas pasaron de ser el 37.3 % al 46.9 % del total. «En seis años se construyeron aproximadamente 12 500 habitaciones de lujo, a pesar de que los huéspedes decrecían desde antes de la pandemia».
A medida que aumentan las inversiones en turismo y la dependencia del sector económico, se acrecientan los problemas en el transporte y en el sector energético. En Cuba solo crece el número de habitaciones de hoteles vacías. La cuenta no da y falta poner el techo.
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Miguel alvarez simos