La activista cubana Anamely Ramos, quien desde hace varios meses se encuentra en los Estados Unidos, denunció hoy que le fue impedido el regreso a Cuba. American Airlines no le permitió abordar su vuelo con destino a La Habana. «Cuba mandó un mensaje de que no soy admitida en el país. American dice que cuando eso pasa, ellos acatan lo que Cuba dice», publicó en Facebook.

Desde el Aeropuerto Internacional de Miami la activista, residente en Cuba, realizó una transmisión directa en la que asegura que no abandonará el lugar hasta que se le permita volar a su país. El director del aeropuerto, Ralph Cutié, le comunicó personalmente que no puede permanecer en la instalación. Cutié confirmó que «el Gobierno de Cuba le está rechazando la entrada al país».

Según un resumen de eventos publicado por la propia Anamely, la policía estadounidense le pidió que se alejara del área de embarque de American Airlines.

Anamely Ramos no tiene estatus legal para permanecer en los Estados Unidos ni en ningún otro país, lo que la coloca en una situación de apatridia y destierro de facto. Su visa estadounidense tipo B1, de una sola entrada, vence en abril próximo. «Mi casa está en Cuba, mi situación legal está en regla en Cuba», insistió.

«Mi derecho a regresar a mi país es legítimo y justo. Es un derecho humano. Todo lo demás, leyes, reglamentos, protocolos, deberían ser respetados mientras no violen esos derechos».

Las aerolíneas tienen permitido operar en un país en virtud de acuerdos bilaterales. En este caso, American Airlines se libera de responsabilidad puesto que considera que cumple con las regulaciones cubanas. Estas contemplan la posibilidad de declarar inadmisible en territorio cubano a cualquier persona, ciudadanos cubanos incluidos. El uso político de estas regulaciones contradice el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece que todas las personas tienen derecho a regresar a su país.

Medios de prensa de Miami convocados por la activista han reportado los hechos. Ramos los citó porque previó la posibilidad de este curso de los acontecimientos después de experiencias anteriores como la de la periodista Karla Pérez, y el hecho de que el Gobierno cubano ha empujado al exilio a numerosos activistas y voces disidentes.

¿Quién es Anamely Ramos?

Ramos es curadora de arte. Salió de Cuba por última vez en enero de 2021 para cursar un doctorado en Antropología en la Universidad Iberoamericana (IBERO) de la Ciudad de México.

Luego viajó a Estados Unidos para asistir a la inauguración de una exposición de arte contemporáneo sobre Cuba y Venezuela en el Museo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), organizada por la Fundación Víctimas del Comunismo (VOC). 

Durante su estancia allí, Ramos ha organizado y participado en eventos para exigir la libertad de los presos políticos tras las protestas del 11 de julio, así como la del rapero Maykel Castillo y el artista Luis Manuel Otero. También se reunió en Washington con los congresistas republicanos Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez.

Durante doce años fue profesora en el Instituto Superior de Arte (ISA), de donde fue expulsada en 2020 por sus continuas críticas al Gobierno y su apoyo a los artistas independientes. 

«Ya me botaron del ISA, ya mi hijo se fue del país, ya angustian a mis seres queridos y nos separan. Lo que les queda por hacer no alcanza ya para que deje de actuar por lo que creo justo y necesario», publicó en Facebook en septiembre de 2020 al ser expulsada del alquiler que compartía con un amigo en La Habana.

En noviembre de ese año Anamely se unió al grupo de artistas, periodistas y miembros de la sociedad civil que se acuartelaron en la casa de Otero Alcántara, sede del Movimiento San Isidro, para exigir la liberación del rapero contestatario Denis Solís.

Varios acuartelados estaban en huelga de hambre. El grupo fue sacado a la fuerza de la vivienda del artista el 26 de noviembre, lo que desencadenó una serie de acontecimientos que comenzaron con una sentada inédita frente al Ministerio de Cultura.

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