Imágenes tomadas durante una de las sesiones de entrenamiento. Foto: SA Soldier.
Proyecto Thusano: colaboración militar entre Cuba y Sudáfrica
29 / julio / 2021
La palabra thusano significa en la lengua tswana «ayudarse el uno al otro». Este fue el término escogido para bautizar un acuerdo bilateral de cooperación militar entre Sudáfrica y Cuba, que ha resultado controversial en cuanto a sus gastos y objetivos: el Proyecto (también referido como Operación) Thusano.
En uno de sus primeros discursos tras ser elegido presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa afirmó en 2018: «la Operación Thusano es una iniciativa departamental con las fuerzas armadas cubanas que implica el mantenimiento y la reparación de la flota de vehículos operativos de la SANDF». Sin embargo, no surgió bajo su mandato, sino durante el de su predecesor, Jacob Zuma, quien hoy se encuentra en prisión por corrupción.
¿Qué es el Proyecto Thusano?
Este acuerdo de colaboración entre las Fuerzas de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF, según sus siglas en inglés) y el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (Minfar) surgió en febrero de 2015, en esencia para abaratar costos de mantenimiento. Está dirigido por los generales de Brigada Joseph Tyhalisi y Rafael Borjas Ortega.
Durante el Comité de Revisión de la Defensa de 2015 quedó claro para el Gobierno sudafricano que el SANDF estaba en franco declive, en gran medida debido a razones económicas. Uno de los miembros del Comité, John Gibbs, llegó a decir en público que, si continuaba así, el SANDF terminaría siendo solo una guardia fronteriza y costera. Para corregir esto, el Departamento de Defensa de Sudáfrica preparó un Plan de Desarrollo para la Defensa en veinte años, con objetivos periódicos quinquenales. La primera parte estaría centrada en el desarrollo de capacidades y capacitación del personal.
Es en este contexto que se inserta el Proyecto Thusano. ¿Su propósito? De acuerdo con el medio de comunicación oficial del SANDF, SA Soldier, es «prestar servicios técnicos y profesionales mediante la formación de personal y el análisis de recomendaciones relativas a la definición de políticas y sistemas».
La prioridad inicial era resucitar la capacidad técnica del SANDF. Para ello se trasladaron mecánicos militares cubanos a Sudáfrica para reparar y devolver a su nivel operativo vehículos que fueron esencialmente dejados de lado cuando el Cuerpo de Servicios Técnicos del Ejército de Sudáfrica fue diezmado a principios de la década de 2000.
Imágenes tomadas en 2018, durante un almuerzo de bienvenida al contingente cubano tras su llegada a Sudáfrica para el Proyecto Thusano, en el Club Deportivo Militar de Pretoria, en Thaba Tshwane. Fuente: SA Soldier.
¿Por qué no usaron técnicas o empresas locales? De acuerdo con la ministra de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, la contratación de empresas sudafricanas para prestar servicios de mantenimiento y reparación había resultado desventajosa. «Los servicios son demasiado caros. El mantenimiento y las reparaciones que proporcionan estas empresas tardan mucho tiempo. La calidad del mantenimiento y las reparaciones no es buena. Los miembros cubanos, por su parte, están prestando los servicios de la manera requerida, y están transfiriendo sus habilidades a los miembros de SANDF al mismo tiempo», dijo durante una audiencia parlamentaria en junio de este año.
El resultado fue que el Proyecto Thusano utilizó en el inicio los conocimientos mecánicos cubanos para hacer que los vehículos y equipos del ejército de Sudáfrica, incluidos los carros de combate Olifant, los Rooikat, los Ratel, las ambulancias del Servicio Militar de Salud de Sudáfrica y los camiones Samil, fueran utilizables. El control adecuado del inventario de repuestos y mantenimiento se añadieron a la carga de trabajo cubana, así como el mantenimiento y la reparación de equipos médicos, de acuerdo con el portal Defence Web.
El director sudafricano del Proyecto Thusano, el general de Brigada Joseph Tyhalisi, comentó a la publicación SA Soldier que: «el proyecto fue el resultado de una disminución de la capacidad básica de nuestro servicio técnico. Al evaluar esto, decidimos observar lo que mantuvo a los cubanos durante los años del embargo comercial de Estados Unidos. Incluso ahora tienen vehículos fabricados alrededor de 1940 que siguen funcionando. También fabricaban repuestos y no dependían de los suministros de ningún país».
Tan solo un año después de comenzar, en 2016 el secretario de Defensa, Sam Gulube explicó que uno de los principales objetivos era que 93 mecánicos cubanos repararan 4 000 vehículos. En 2018, el presidente Ramaphosa confirmó que durante sus primeros tres años se había logrado dicho objetivo, así como la reactivación de algunos talleres en unidades SANDF, la calificación de 395 técnicos sudafricanos a partir de transferencia de conocimientos por parte de sus contrapartes cubanas, y la inserción de 446 más como aprendices. Para finales de 2019, el Ministerio de Defensa aseguró que se habían entrenado y calificado a 1 181 aprendices.
Mecánicos cubanos del Proyecto Thusano. Fuente: Defence Web.
Cifras actualizadas muestran que entre 2015 y 2021, bajo los auspicios del Proyecto Thusano se intervinieron más de 13 000 vehículos, de los cuales 11 623 están terminados. Entre ellos, 34 vehículos blindados Rooikat, 91 carros de combate (84 Olifant Mk1 y siete Mk2) y otros 51 MBT conservados. Los cubanos también han trabajado con la Fuerza Aérea, en 440 «actividades de apoyo al mantenimiento periódico de aeronaves», 129 «reparaciones importantes» (sin especificar) y 94 «mantenimientos operativos de aeronaves», así como «mantenimiento y conservación de 243 bombas de aviación». Sin embargo, de acuerdo con fuentes anónimas citadas por Defence Web, los vehículos intervenidos por mecánicos cubanos son llevados a su configuración básica. «Esto los hace inútiles, excepto para el trabajo en la zona de retaguardia», cita el medio.
En respuesta a la solicitud de información de la diputada de la Asamblea Nacional de Sudáfrica Nomsa Tarabella-Marchesi, perteneciente al partido Alianza Democrática, el Ministerio de Defensa reveló el número total de personal cubano contratado bajo los auspicios el Proyecto Thusano: 767 entre 2015 y 2020, y 451 para el período restante hasta 2023. También le confirmó que el equipo médico militar terminará su misión en octubre de 2021 y el proceso de desescalada tendrá lugar en el año fiscal 2022-23.
Un acuerdo militar que incluye más que reparaciones
Poco después del discurso del presidente Cyril Ramaphosa en 2018, un medio impreso llamado Rapport publicó que la aduana sudafricana había incautado equipamiento militar (rifles de asalto, fusiles y municiones) que iban a ser enviados a Cuba sin autorización. Esta información fue desmentida por la entidad responsable de aduanas, el Servicio de Ingresos de Sudáfrica (SARS, según sus siglas en inglés): «podemos informar que no se encontraron ni armas ni municiones en el vuelo ni en el equipaje de los pasajeros durante la inspección del vuelo» cita la declaración.
No obstante, tras estos hechos el director de Comunicaciones del SANDF tuvo que revelar que, aunque no se incluían armas, sí se estaban enviando a Cuba simuladores para el entrenamiento en vehículos pesados, algo que hasta ese momento se había omitido en las comunicaciones públicas sobre el Proyecto Thusano. Es decir, su espectro de acción era superior a lo anunciado.
Esto quedó confirmado en 2020, cuando la revista SA Soldier publicó un reportaje sobre un entrenamiento acerca del sistema de tiro automatizado cubano, ofrecido por nueve especialistas de la Isla a 96 soldados pertenecientes a la Formación de Infantería del Ejército en Pretoria.
Imágenes tomadas durante una de las sesiones de entrenamiento. Fuente: SA Soldier.
Este programa, de cinco semanas de duración, transcurrió del 14 de septiembre al 30 de octubre de 2020. Incluyó no solo a los instructores, sino a una delegación oficial cubana liderada por el general de Brigada Rafael Ignacio Borjas Ortega.
De izquierda a derecha: intérprete de la delegación cubana, capitán Iraelvis Laffita Ramírez; teniente general del Ejército de Tierra Lindile Yam; y general de Brigada Rafael Borjas Ortega. Fuente: SA Soldier.
Sobre él existe poca información disponible en línea. El académico Domingo Amuchástegui lo menciona como uno de los ejemplos de la tendencia hacia el rejuvenecimiento del sector militar cubano a finales de la década de 1990 e inicios de los 2000. En específico por su función al liderar el desfile militar del 10 de abril de 2005 en el II Frente Oriental Frank País. Un lustro después aparece como jefe de la Unidad Rescate de Sanguily del Minfar, y en este rol recibió en 2011 al coronel general Guo Boxiong, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China. Se conoce poco sobre la trayectoria de este militar cubano hasta que reaparece liderando el Proyecto Thusano.
Al finalizar el programa de entrenamiento, el jefe del Ejército de Tierra, Tte. Gral. Mbatha, es citado con un comentario de que los militares cubanos han sido aclamados por su ingenio y sus eficaces medidas de ahorro a la hora de mantener y mejorar los niveles de preparación de sus fuerzas. Y que fue por esas razones que Sudáfrica firmó un acuerdo bilateral de cooperación en materia de defensa con Cuba. La transferencia de conocimientos no se limita a aspectos mecánicos, sino que el arreglo de vehículos es solo una fracción del Proyecto Thusano.
En julio de 2021, la respuesta del Ministerio de Defensa a la diputada Tarabella-Marchesi incluyó el listado total de servicios y actividades que desarrollan los cubanos en el Proyecto Thusano: mantenimiento, reparación y conservación de vehículos A, B, C y D para todos los Servicios y Divisiones, incluido el Ejército de Tierra y el Servicio de Salud Militar (SAMHS); inventario, organización y gestión de los almacenes del Ejército de Tierra; mantenimiento y reparación de aviones, helicópteros, bancos de prueba y componentes de aviónica para las Fuerzas Aéreas de Sudáfrica; mantenimiento y reparación de equipos médicos para el SAMHS; investigación, desarrollo, fabricación e instalación de simuladores de conducción y tiro de combate y campos de tiro automatizados; y prestación de servicios médicos para asistir al SAMHS en la lucha contra la pandemia COVID-19.
El beneficio económico para Cuba
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, el Proyecto Thusano ha representado un ahorro de 2.1 billones de rands (aproximadamente unos 144 millones de dólares) al presupuesto de Sudáfrica durante el quinquenio que lleva en ejecución.
A inicios de julio de 2021, el diputado Sarel Jacobus Francois Marais, del partido de oposición Alianza Democrática, pidió cifras actualizadas que incluyesen tanto los costos directos como indirectos en relación con el personal cubano empleado o contratado para el Proyecto Thusano. Estas son las cifras aportadas por el Ministerio de Defensa, que reflejan los pagos globales asociados a contratos del proyecto:
Sin embargo, los montos expuestos excluyen varias partidas de gastos, y la ministra de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, afirmó que el SANDF no conoce cuánto de este presupuesto representa el costo de emplear a los especialistas cubanos.
Ministra de Defensa acompañada por uno de los especialistas cubanos durante un recorrido relacionado con el Proyecto Thusano. Fuente: Defence Web.
En adición, en estos seis años el Ministerio de Defensa reconoce que gastó 181 768 de dólares en concepto de protección VIP, alojamiento y alimentación. De hecho, el servicio de protección de los cubanos consta de 21 miembros que realizan labores de reconocimiento, protección durante traslados y en los sitios de alojamiento.
En la actualidad, los diputados de la oposición sudafricana presionan al Gobierno para que provea un desglose total del presupuesto, y así conocer el monto de los salarios de los cubanos, los costos de alojamiento y gastos de viaje. Para ello han presentado una solicitud a través de la Ley de Promoción del Acceso a la Información (PAIA), que además solicita que se aclare si los pagos se realizan a los trabajadores o al Gobierno cubano. Esa solicitud ha sido extendida más allá del Ministerio de Defensa y el Proyecto Thusano, a los ministerios de Asentamientos Humanos, Agua y Saneamiento, el de Obras Públicas e Infraestructuras, el de Educación Básica, y el de Sanidad. Todos tienen diferentes convenios con el Gobierno cubano.
La lógica de esta búsqueda de información se sustenta en que, como dijo Herman Mashaba, líder del partido opositor ActionSA, «a lo largo de los años, nuestros hombres y mujeres de uniforme han visto cómo la capacidad operativa de la fuerza disminuía debido a los implacables recortes presupuestarios. Mientras tanto, las asignaciones a los contratistas de defensa se han mantenido estables o incluso han aumentado, lo que confirma que el Gobierno del Congreso Nacional Africano prefiere subvencionar a sus amigos cubanos que construir nuestras capacidades de defensa».
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