Raquel Suárez, pastora de la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao, bendice a una pareja del mismo género, durante las Bendiciones del Amor en La Habana, celebradas como parte de la Jornada contra la Homofobia en 2018. Foto: tomada de la página de Facebook del CENESEX
Lo que el fundamentalismo religioso quiere negar
30 / noviembre / 2018
En un video publicado hace algunas semanas por la agencia de noticias Reuters, uno de los predicadores de la Iglesia Metodista de La Habana aseguraba que todos los cristianos se oponen al artículo 68 del proyecto de Constitución, por la sencilla razón de que la Biblia lo condena.
Los pronunciamientos realizados en nombre de sus comunidades por más de 20 líderes de denominaciones protestantes y de la Iglesia Católica respaldan esa posición, sugiriendo que en el país quienes comparten el Cristianismo como religión, además, componen un frente unitario en contra de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo género.
Sin embargo, la realidad va más allá de los frenéticos sermones que llenan los púlpitos de varios templos desde hace meses, las declaraciones de feligreses que repiten las ideas de sus líderes o las imágenes de cientos de personas expresando la opinión de “la mayoría”, como parte de denominaciones que reúnen a otras miles de personas en toda la isla.
Existen muchas personas cristianas pertenecientes a los colectivos LGBTIQ+, cuya voz es invisibilizada por el estigma que rodea a sus identidades sexuales en los contextos religiosos y las propias prácticas discriminatorias de las comunidades a las que pertenecen.
Para la pastora Raquel Suárez de la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao, “quienes afirman que los cristianos tienen la misma posición frente al tema de la diversidad sexual y el matrimonio igualitario, niegan la presencia de personas homosexuales dentro de las iglesias, a pesar de que somos una realidad que nadie puede esconder”.
Según esta lideresa, decir que todas las personas cristianas se oponen al artículo 68 del proyecto de Constitución, como han hecho algunos pastores y pastoras de distintas denominaciones, equivale a homogeneizar al pueblo de Dios y resta autenticidad a la fe de los cristianos que apoyan las transformaciones a favor de la población LGBTIQ+, solo porque no comparten la misma postura de las iglesias fundamentalistas.
Incluso dentro del propio frente conservador, existen algunas posiciones que pudieran considerarse menos radicales, como la del arzobispo de Camagüey, Wilfredo Pino Estévez, quien expresó en una declaración que el Estado debe garantizar y hacer respetar los derechos de todos sus ciudadanos.
Afirmó que “deben tener los mismos derechos blancos y negros, mujeres y hombres, sanos y enfermos, de una religión o de otra, recién nacidos y ancianos, de una provincia o de otra, cultos e incultos, heterosexuales y homosexuales”.
Esta disidencia religiosa le costó el repudio de sus colegas de fe, quienes en otro comunicado lo acusaron de consumar una traición contra Cristo y rogaron para que pudiera salir cuanto antes de “los tortuosos y oscuros caminos en los que anda perdido”.
Según Elaine Saralegui, pastora de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM), en la actualidad hay comunidades que tienen una posición ambigua sobre el tema y otras en las que existe una ligera apertura hacia las personas gays y lesbianas, en donde no son reprimidas ni expulsadas por sus identidades sexuales e, incluso, pueden acceder al ministerio ordenado, mientras mantengan su vida privada separada de su accionar público.
A diferencia de estas posturas moderadas, la ICM es una denominación radicalmente inclusiva de las personas con identidades sexuales diversas, que a través del activismo social y religioso constituye un ejemplo de que la fe cristiana y la búsqueda constante de la emancipación del ser humano, no son conceptos excluyentes.
Para Elaine las iglesias que hoy difunden un mensaje fundamentalista en Cuba, responden a la misma lógica patriarcal, heterosexista y colonial que ha caracterizado al cristianismo históricamente, aun cuando la misión que dejó Cristo fue luchar por la justicia y el amor.
La campaña del Diseño Original contra los derechos de las personas LGBTIQ+ y el énfasis en presentar a la comunidad cristiana como un frente unido, es solo una parte de la agenda que impulsan, entre otras figuras, Ricardo Pereira, el obispo de la Iglesia Metodista en Cuba, un señor que hace pocos días compartió en su muro de Facebook una publicación en la que se reconoce con orgullo a Bolsonaro como el primer presidente de Brasil que agradece públicamente a Dios por su éxito electoral.
¿Puede el fundamentalismo religioso frenar el matrimonio igualitario?
Lo más importante en este momento, asegura la pastora de la ICM, es que quienes tienen dentro de sí el convencimiento de que la diversidad sexual no es un pecado se pronuncien, que las personas cristianas LGBTIQ+ se visibilicen con orgullo dentro de sus comunidades y que busquen alianzas en esos espacios para impulsar estos temas.
comentarios
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LO
Gregorio
haran con ellos y ellas carne de Perro.
Imaginate que si a Adan y Eva los votaron del paraiso, por comer manzanas a estos los meteran en aceite hirviendo
Musa Abdullah
¿Acaso Dios es un criminal sin corazon por condenarlos por sus actos contra la naturaleza por la cual fueron creados ?
Armando
JOY
Decir que eres pastor o pastora y no creer y hacer lo que dice la Biblia, eso te convierte en falso. Mas bien eres un falso cristiano o cristiana.
Si yo digo ser comunista y mis pensamientos y acciones son claramente capitalista. Soy un falso comunista.
Claro que se acusa a la iglesia verdadera injustamente por personas que bajo el titulo de pastor o cristiano no sienten ni hacen lo revelado por Dios en la Biblia.
Cristo dijo en Mateo 7:21:
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”
Estas personas, aunque digan representar el Reino de los Cielos, y se atrevan a bendecir a una pareja del mismo sexo, no tienen el respaldo de las Escrituras y por lo tanto no tienen la aprobación de Dios.
SON FALSOS
Daniela
No sé si mi matemática es buena, pero creo q 60 es mucho más que 2 ¿no Susana?
Las disidencias son naturañes, hasta entendibles, pero de ahí a que digan que son “representativas” estas posturas de la comunidad creyente…ufff! Eso es mucho. Imaginen que solo las 5 denominaciones q lidrran la campaña contra la inclusion en la constitución de la ideología de genero cuentan con casi medio millón de miembros.
Parece que en este texto la militancia de Susana le pasó una mala jugada a su razonamiento.
Ah! Lo otro: los editores de El Toque deben trabajar mejor. No se puede llamar fundamentalismo reñigiosos a lo q no lo es. Fundamentalismo, por ejemplo, sería que los cristianos (como sí hacen los miembros de ISIS) maten a los homosecuales en nombre de su fe.
Que prediquen que la homosexualidad es un pecado no es fundamentalista, sino parte integral de la doctrina. Hay al menos 10 versículos bíblicos que condenan la homosexualidad. Que los líderes religiosos que citan en este artículo quieran arrancar de la Biblia las paginas con esos versículos…bueno, eso es una desición personal de ellos, pero está de espaldas al libro q dicen seguir.
Entonces, editores de El Toque, decir que la iglesias son fundamentalistas además de estar errado, tipifica como “difamación” según el código penal.
🙂
InDesigner