La última semana ha sido una de las más calurosas de 2023. Las altas temperaturas en el país desafían los récords históricos y ponen a prueba la resiliencia de los cubanos. Aunque estamos acostumbrados a los veranos intensos, resulta casi imposible no quejarse del calor.

La situación no es exclusiva de Cuba. Varias regiones del mundo están experimentando temperaturas extremas, en algunos lugares incluso ha habido víctimas mortales. Específicamente, sobre las temperaturas registradas en Centroamérica y el Caribe, los especialistas explican que son causadas por un fenómeno conocido como domo de calor (heat dome), una cúpula de altas presiones que se forma cuando la atmósfera atrapa el aire caliente encima de una zona como si fuese la tapa de una olla.

Si bien el fenómeno propicia la formación de olas de calor, el Instituto Nacional de Meteorología de Cuba negó la posibilidad de que se desarrollen en el país. La investigadora del Centro de Pronósticos, Nathalí Valderá, precisó que durante el período lluvioso son normales las altas temperaturas, sobre todo, en julio y agosto.

«En estos momentos tenemos un flujo del sudeste al sur muy cálido que favorece el ascenso de las temperaturas. Esto, a su vez, se ve agravado por la poca nubosidad en horas de la tarde, la variabilidad de los vientos y el alto contenido de humedad que no favorece la evaporación del sudor», aclaró.

Con el objetivo de entender cómo se han comportado el clima y las principales tendencias en el país, se analiza una serie de datos históricos.

Durante 2023, las variaciones más bruscas del clima se han registrado en las regiones occidental y central, no tanto en oriente, contrario a lo que se piensa.

El mapa muestra el comportamiento de las anomalías de temperatura máxima en un mes. Esta variable representa la diferencia entre la temperatura que se registró en un momento determinado y la temperatura de referencia, la cual generalmente se obtiene a partir del promedio de los datos de 30 o más años de temperatura. En otras palabras, es una desviación con respecto a los valores normales.

Si la anomalía es positiva significa que la temperatura observada es más cálida que la media, mientras que una negativa indica que es más fría. Estas desviaciones son una medida estándar que se utilizan para vigilar el cambio climático e identificar sus efectos a largo plazo.

En el mapa, el área blanca representa las temperaturas normales, mientras que las zonas con tonos azules muestran los lugares más fríos de lo habitual. Por otro lado, las áreas resaltadas con tonos naranjas y rojos indican valores que están significativamente por encima del promedio histórico en el mes, llegando a ser extremos en la medida que aumenta la intensidad. En este caso, el período de referencia es 1971-2000.

Los meses más calurosos son indiscutiblemente los del verano: junio, julio y agosto. No obstante, en abril se han establecido la mayor cantidad de récords absolutos en las estaciones meteorológicas del país, apuntó recientemente el especialista Elier Pila Fariñas. El 12 de abril de 2020 se alcanzó la temperatura más alta jamás registrada en Cuba: 39.7 °C, en el Veguitas, Granma.

Aunque el ISMET no ha publicado el resumen correspondiente a junio, las temperaturas durante este mes se han comportado por encima de la media histórica. Dos tercios de las estaciones nacionales reportaron máximas de más de 33 °C el día 15, notificó Pila Fariñas en su cuenta de Twitter. La temperatura más alta fue de 36.9 °C y se estableció en Jucarito, en Granma.

Este mes los valores medios máximos han oscilado entre 27 y 35 °C, llegando a ser superiores en zonas del interior de la isla. A pesar de que no se consideran extremas, las temperaturas son más sofocantes debido a la elevada sensación térmica; es decir, la sensibilidad del cuerpo humano ante el calor, que puede llegar a sentirse hasta cinco o seis grados por encima.

En su página de Facebook el Instituto de Meteorología explicó que la sensación térmica que se percibe está determinada por otras condiciones naturales simultáneas, la humedad elevada, los vientos débiles y la escasa nubosidad que provoca que el sol sea más intenso.

Hasta mayo de 2023, se han establecido un total de 19 nuevos récords absolutos de temperatura máxima en las diferentes estaciones meteorológicas, la mayoría de los cuales se registraron durante los dos primeros meses del año. Trece de ellos datan de hace más de 20 años.

Si bien la oscilación de las temperaturas es normal, la tendencia es que sigan aumentando. En el período analizado (2014-2023), solo en cuatro ocasiones la variación de la temperatura fue negativa.

A nivel global el panorama no es alentador. El Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) reveló que desde finales del siglo XIX la temperatura promedio del planeta ha aumentado 1 °C. Los últimos ocho años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia hasta la fecha.

El mapa de temperaturas muestra el aumento gradual de las anomalías, según la región:

Estos cambios dejan marcas en el medioambiente, al provocar climas más cálidos y disminuir los períodos fríos. Con un calentamiento global por encima de 1.5 °C, los eventos de precipitación e inundaciones se intensifican. De ser superior a los 2 °C, influye en la ocurrencia cada vez más frecuente de otros fenómenos, sequías severas, olas de calor, ciclones tropicales, aumento del nivel del mar e incendios forestales.