Los atletas cubanos que participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio regalaron momentos memorables sobre los cuadriláteros, el tapiz, la pista y el tatami. La delegación que representó el país culminó con un meritorio decimocuarto lugar en la tabla de medallas gracias a sus siete preseas doradas, tres de plata y cinco de bronce.
Cuba registró su mejor actuación desde Atenas 2004, cuando terminó en el onceno peldaño con una renta de nueve títulos, siete metales plateados y once de bronce. Ello, a pesar de contar con solo 69 representantes, la comitiva cubana más pequeña desde la edición de 1964, casualmente celebrada también en Tokio. Entonces Cuba viajó con apenas 27 deportistas.
No obstante, los cubanos que se desempeñaron del 23 de julio hasta el 8 de agosto bajo los cinco aros trascendieron la delegación nacional: otros 22 competidores nacidos en Cuba asistieron vistiendo franela de otras naciones, muchos de ellos con actuaciones muy destacadas.
elTOQUE presenta un resumen de la participación de estos 91 mujeres y hombres nacidos en Cuba que compitieron en el certamen, con independencia del país para el cual hayan competido.
LUCHA
MIJAÍN LÓPEZ
Tuvieron que transcurrir más de cien años, 117 para ser exactos, para que un atleta cubano volviera a colgar cuatro medallas de oro olímpicas sobre su pecho.
Mijaín López igualó la hazaña del esgrimista Ramón Fonst, quien obtuvo cuatro preseas doradas en espada y florete en las citas de 1900 y 1904. No obstante, el Gigante de Herradura es el único nacido en la isla en lograrlo en cuatro juegos consecutivos y en la misma modalidad.
Su logro es inédito en la lucha grecorromana y lo ubica como el mejor de la historia en este deporte, por encima del mítico ruso Alexander Karelin quien ostenta un palmarés de tres títulos y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos.
En este deporte, su récord solo es igualado por la japonesa Kaori Icho, quien alcanzó cuatro pergaminos dorados (Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016) pero en el estilo libre femenino.
López se convirtió además en el sexto deportista del planeta y único en América Latina en conseguir cuatro preseas de oro consecutivas en una misma prueba durante las citas estivales.
El luchador cubano se impuso en la final de 130 kg a Iakobi Kajai, de Georgia, por 5-0, y se convirtió en el mejor de la historia. Su dominio en esta división se acrecienta si tomamos en cuenta que Mijaín ha marcado 55 puntos y no le han marcado en contra ni uno solo en sus últimos 12 combates olímpicos, desde la edición de Londres 2012.
LUIS ALBERTO ORTA
A la gesta de Mijaín, la lucha greco cubana sumó una enorme sorpresa con la medalla de oro del explosivo Luis Alberto Orta en la división de los 60 kilogramos.
Antes de poner un pie en el tapiz olímpico, Orta archivaba en su palmarés una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y un 16º puesto en su única participación en un Campeonato del Mundo, en 2018 en Budapest. Al ser su primera cita estival, pocos vaticinaban que pudiese llegar al podio de premiaciones.
Sin embargo, el luchador de 26 años se fue creciendo en la competencia para dejar en el camino a rivales de resultados mucho más notables como el representante del Comité Olímpico Ruso Sergey Emelyn, campeón del mundo en 2018, y el moldavo Víctor Ciobanu, subcampeón del orbe.
En la final, el oriundo de Arroyo Naranjo no dejó espacio al local Kenichita Fumiro, a quien superó por marcador de 5-1.
REINERIS SALAS
Cuando todo pintaba para que lucha libre cubana se despidiera sin medallas de Tokio, el «Gimnasta» sacaba la casta y se colgaba la presea de bronce en la división de los 97 kilogramos, tras derrotar al azerí Sharif Sharifov en la pelea por el último escalón del podio.
Decirlo así puede sonar como una labor sencilla, pero la medalla de Salas fue una de las más meritorias de toda la delegación antillana. El luchador capitalino dio una lección de perseverancia al transitar casi toda la competencia con una lesión en el tobillo que lo limitaba frente a sus rivales.
A pura fuerza de voluntad Reineris logró avanzar hasta el combate por el bronce, disputa que comenzó perdiendo y que pudo remontar en el segundo período ante un rival de alcurnia como Sharifov, campeón Olímpico en Londres 2012, bronce en Río 2016, excampeón del mundo (2011) y de Europa (2019).
Salas se desquitaba así de aquella injusta derrota en Río 2016, cuando cayó por la presea bronceada ante el estadounidense Jden Michael Tbory Cox.
ABRAHAM CONYEDO
Quiso el destino que la otra presea de bronce en la división de los 97 kilogramos cayera en manos de otro luchador de origen cubano: Abraham Conyedo Ruano, quien compite bajo la bandera de Italia.
El oriundo de Santa Clara se impuso 6-2 sobre el turco Suleyman Karadeniz para asegurar la presencia de dos luchadores de la mayor Isla de las Antillas en el podio de premiaciones.
Conyedo no fue el único cubano-italiano que tuvo acción sobre el tapiz del Makuhari Messe Hall, el matancero Frank Chamizo, bronce olímpico en Río 2016 en la división de los 65 kilogramos, no pudo reeditar dicha presea ahora en los 74 kg luego de caer en la disputa del tercer puesto ante el estadounidense Kyle Dake. Chamizo despuntaba como uno de los candidatos al cetro en su división, sin embargo debió conformarse con un quinto lugar.
Yasmani Acosta fue otro cubano con una destacada actuación en la modalidad grecorromana, aunque en representación de Chile.
El también yumurino concluyó con la quinta posición en la división de los 130 kg luego de caer cerradamente en la disputa por la medalla de bronce ante el ruso Sergei Semenov en un combate que terminó igualado a 1 punto; sin embargo, el triunfo fue para el europeo por ser el que registró la última acción.
Acosta estuvo a punto de disputar el oro ante Mijaín López, pero cedió en semifinales frente al georgiano Iakobi Kajai.
El resto de los grequistas cubanos quedaron fuera de las disputas de medallas; entre ellos el titular olímpico de Río 2016 en la antigua división de los 59 kg, Ismael Borrero.
El santiaguero, quien ahora compite en 67 kg perdió sorpresivamente en su primer combate contra el georgiano Ramaz Zoidze con pizarra de 3-2.
Tampoco pudo disputar preseas Daniel Grégorich (87 kg), quien salió victorioso ante el azerí Islam Abbasov (3-1, pero fue derrotado luego por pegada frente al egipcio Mohamed Metwally, quinto a nivel mundial entre sub-23 en 2018.
Gabriel Rosillo (97 kg), Yosvanys Peña (77 kg) y la librista Yudaris Sánchez (68 kg) quedaron eliminados desde su primer combate.
Similar destino corrió el librista Alejandro Valdés (65 kg), quien quedó muy por debajo de sus posibilidades tras terminar eliminado en el primer combate por el kasajo Daulet Niyazbekov.
Su compañero Jeandry Garzón (74 kg), y Yusneylis Guzmán (50 kg) Laura Herin (53 kg), en categoría femenina, también se despidieron sin victorias.
BOXEO
JULIO CÉSAR LA CRUZ
¡Yo soy La Cruz! Exclamó exaltado el ídolo de la plaza San Juan de Dios luego de vencer en el combate por la medalla de oro de los 91 kilogramos al ruso Muslim Gadzhimagomedov. Julio César escalaba hasta la cima del olimpo por segunda vez en su carrera, una proeza mayúscula si tomamos en cuenta que se ha titulado en dos divisiones diferentes: 81 kg en Río 2016 y ahora en Tokio rey de los pesos pesados.
El camagüeyano inició su ruta hasta el trono superando sin dificultades al keniano Elly Ocholea por 5-0, luego venció 4-1 en una pelea que sacó chispas al cubano-español Enmanuel Reyes y en semifinales doblegó por la misma vía a un rival complicado como el brasileño Abner Teixeira.
La Cruz hizo gala de su peculiar estilo boxístico y se convirtió en una incógnita para todos sus rivales. Guardia baja, combinada con sus impresionantes movimientos de torso y rápidas combinaciones de dos y tres golpes terminaron sacando del paso a Gadzhimagomedov en la pelea por la corona.
El ruso se impacientó y vio como su estrategia se iba por la borda ante un rival que era tan difícil de golpear como a una “sombra”, epíteto que presume La Cruz en el universo pugilístico.
Julio César no creyó en el mayor alcance de su oponente, gracias al 1,93 metros de estatura, ni en su palmarés de vigente campeón mundial. El agramontino de 31 años no dejó dudas de su superioridad y terminó imponiéndose en los tres asaltos gracias a su velocidad, su técnica y certeros contraataques,
La Cruz se unió a un selecto grupo de seis boxeadores que han ganado el oro Olímpico en dos diferentes categorías de peso. El último en lograrlo fue su excompañero de equipo Robeisy Ramírez, campeón en Río 2016 en 56 kg, tras haberse hecho con el título en 52 kg en Londres 2012.
Lo más impresionante aún es que Julio César se convirtió en el boxeador de mayor peso en lograrlo, tras el tres veces campeón Olímpico Laszlo Papp, de Hungría, quien ganó dos títulos en peso mediano ligero después de haber conquistado la categoría peso medio en Londres 1948.
RONIEL IGLESIAS
El pugilista pinareño acarició la gloria olímpica por segunda vez en su carrera al sumar en Tokio 2020 otra medalla de oro a su palmarés tras la alcanzada en la justa de Londres 2012. Iglesias unió estos lauros a la presea de bronce ganada en Beijing 2008.
A punto de cumplir 33 años, y cuando muchos vaticinaban un descenso de su carrera, Roniel se presentó en el cuadrilátero del Kokugikan Arena, en Tokio, en una forma extraordinaria para llegar a la discusión del título de los 69 kilogramos donde venció por decisión unánime (5-0) al británico Pat McCormack.
ARLEN LÓPEZ
El portentoso pugilista guantanamero sumó su segunda presea dorada en Juegos Olímpicos, esta vez en los 81 kilogramos. López donde se impuso gracias a su velocidad y su desconcertante guardia ambidiestra para dejar en el camino a sus rivales.
En la final mantuvo la tradición de arruinarle la fiesta a la reina Isabel tras derrotar al británico Benjamin Whittaker, segundo representante de ese país víctima de un pugilista cubano en las finales de Tokio 2020.
Arlen se había consagrado en Río 2016, cuando alcanzó la presea dorada en 75 kg.
ANDY CRUZ
El pequeño poblado de Alacranes, en el municipio matancero de Unión de Reyes, saltó a la palestra olímpica luego de que su hijo pródigo, Andy Cruz, se alzara con la presea de oro en la división de los 63 kilogramos.
El joven pugilista cubano alcanzó su primera medalla de oro en citas estivales luego de superar en una cerradísima pelea al estadounidense Keyshawn Davi, quien no pudo consumar su revancha y cayó cuarta vez en su carrera frente a cubano.
La medalla de Andy representó la séptima y última presea de la delegación cubana en Tokio 2020, y la cuarta alcanzada por la escuadra de boxeo. Un cierre que el joven pugilista festejó sobre el cuadrilátero al más puro estilo de Michael Jackson, en lo que constituyó otro de los grandes momentos de Tokio 2020.
LÁZARO ÁLVAREZ
El pugilista de los 57 kg se llevó la medalla de bronce, su tercera en Juegos Olímpicos tras caer en semifinales ante el representante del Comité Olímpico Ruso Albert Batyrgaziev.
El combate se determinó por decisión dividida de los jueces a favor de Batyrgaziev por 3:2. Álvarez sumó esta presea bronceada a las alcanzadas en Londres 2012 y Río 2016.
LOREN BERTO ALFONSO
El boxeador cubano que compite por Azerbaiyán obtuvo una meritoria medalla de bronce en la división de los 81 kilogramos. En su debut en juegos olímpicos Alfonso solo tuvo una derrota en semifinales ante su compatriota Arlen López en un disputado combate donde el guantanamero, tras perder el primer asalto, vino de atrás para llevarse la pelea.
Loren no fue el único pugilista cubano que compitió bajo la bandera azerí, el peso welter Lorenzo Sotomayor llegó como un fuerte candidato para disputar medallas, sin embargo perdió en su debut por una cortadura ante el georgiano Eskerkhan Madiev.
Uno de los duelos boxísticos que levantó mayor expectativa entre la afición cubana fue el protagonizado entre el cubano nacionalizado español Emmanuel Reyes y Julio César La Cruz en los 91 kilogramos.
El hispano-cubano había llevado la rivalidad más allá de lo deportivo tras sus polémicas declaraciones en las que aseveró que “arrancaría la cabeza” de la Cruz, y que sería el primer cubano en exclamar Patria y Vida sobre el ring de Tokio 2020.
El enfrentamiento ganó aún mayor interés luego de que Emmanuel exhibiera su poderosa pegada ante el kazajo Vasily Levit, subcampeón olímpico y doble medallista mundial, quien terminó noqueado por el cubano.
Reyes Pla, bautizado “El Profeta”, le plantó cara a La Cruz en el cruce de cuartos de final, sin embargo cedió en una reñida y emocionante pelea que lo terminó sacando de la competencia.
Otros pugilistas de la selección cubana que tampoco pudieron acceder a las medallas fueron el mosca Yosbany Veitia (52 kg) y el supercompleto Dainier Peró (+91 kg). Veitía cayó eliminado a manos del británico Galal Yafal en los cuartos de final, mientras que Peró no pudo en esa misma instancia ante el estadounidense Richard Torrez
En categoría femenina llamó la atención la presencia de la cubana Yarisel Ramírez (57 Kg) en representación del conjunto de los Estados Unidos. Ramírez culminó en la posición 17 de su división.
ATLETISMO
PEDRO PABLO PICHARDO
Por vez primera en la historia un atleta nacido en Cuba alcanza el título en la prueba del triple salto, una disciplina en la que el país ha sido una auténtica fábrica de estrellas como Yargelis Savigne, Yoel García, Yoelbi Quesada, Yoandri Betanzos, Alexis Copello, entre otros.
En Tokio 2020 el encargado de encumbrar el nombre de los triplistas cubanos fue Pedro Pablo Pichardo, santiaguero que compite por Portugal, y quien se convirtió además en el primer atleta cubano en ganar una medalla de oro olímpica representando otro país.
Si no bastara, los hitos de Pichardo no concluyen ahí, ya que es el dueño absoluto de los récords nacionales en dos países distintos.
El 28 de mayo de 2015 Pedro Pablo estableció la plusmarca nacional de Cuba al estirarse hasta los 18.08 metros en una competencia celebrada en La Habana, mientras que el 5 de agosto de 2021 estampó en Tokio el impresionante 17.98 que le otorgó la presea dorada y a la vez representó récord doméstico para Portugal.
La marca de 17.98 metros representa además el segundo mejor registro en la historia de los Juegos Olímpicos, solo superado por el actual récord olímpico de 18.09 logrado por el estadounidense Kenny Harrison en Atlanta 1996.
El otro cubano que vio acción en la final olímpica en representación de la delegación antillana, Cristian Nápoles, finalizó en la décima posición con un discreto salto de 16.63 metros. Andy Díaz no se presentó a la competencia clasificatoria y terminó eliminado.
JUAN MIGUEL ECHEVARRÍA
El saltador de longitud Juan Miguel Echavarría vio cómo se le escapaba la medalla de oro que prácticamente tenía asegurada.
Durante las primeras cinco rondas de la competencia, Echevarría y su compatriota Maykel Massó hacían un histórico 1-2 y al parecer nadie los desplazaría de los dos primeros puestos del podio.
Juan Miguel había registrado una marca de 8.41 metros en su tercer intento para dominar cómodamente la competencia, seguido por Massó con 8.21. Durante las primeras cinco rondas nadie amenazó su liderato, tampoco durante la última y sexta ronda hasta que solo quedaba un atleta: el griego Miltiadis Tentoglou
Ocurrió lo impensable: en un último intento de leyenda Tentoglou igualó el registro de Echevarría y, gracias a un mejor segundo salto, se agenció la corona relegando a Echevarría y Massó al segundo y tercer puestos, respectivamente.
MAYKEL MASSÓ
Al contrario de Juan Miguel, quien se vislumbraba como el favorito para la presea dorada, el santiaguero Maykel Massó fue la gran sorpresa del certamen con su marca 8.21 que le colgó la medalla de bronce. Massó solo pudo tener dos intentos válidos antes de lesionarse y tener que renunciar a sus últimas cuatro oportunidades.
El otro cubano enrolado en la prueba, Lester Lescay, no clasificó a la final tras quedar eliminado en la ronda semifinal con una marca de 7.69.
YAIMÉ PÉREZ
La cubana Yaimé Pérez se tuvo que conformar con la medalla de bronce en el lanzamiento del disco al culminar con una marca de 65.72 metros, conseguido en la ronda de apertura.
En una competencia interrumpida por la lluvia, «La Rusa» estuvo lejos de su mejor registro de la temporada (68.99), alcanzado el 22 de mayo en el estadio Panamericano de La Habana.
El certamen tuvo como ganadora de la medalla de oro a la estadounidense Valarie Allman, quien logró un disparo de 68,98 metros, seguida por la alemana Kristin Pudenz (65,72).
La otra discóbola antillana, Denia Caballero, dijo un temprano adiós a la justa luego de quedar eliminada en la ronda de clasificación. Denia solo pudo alcanzar un registro de 57.96, muy por debajo de la marca exigida para clasificar, que era de 62 metros.
En el sector varonil, el discóbolo cubano que compite por España, Lois Maikel Martínez, tampoco pudo acceder a la final con pobre lanzamiento de 54,69 metros.
En el triple salto para damas, Liadagmis Povea finalizó en la quinta posición con marca de 14.70 metros en una prueba dominada por la espectacular saltadora venezolana Yulimar Rojas, quien estampó récord mundial y olímpico de 15,67 metros.
Las otras dos representantes cubanas en esta prueba, Davisleydi Velazco y Leyanis Pérez, no pasaron de la ronda de clasificación.
Otro que fue partícipe de una final olímpica fue el corredor cubano Yasmani Copello, quien representa a Turquía. Copello arribó sexto con su mejor marca de la temporada (47.81 segundos) en la carrera más rápida de la historia en los 400 metros con vallas.
En dicha competición, el noruego Karsten Warholm hizo añicos su anterior marca del orbe al parar los relojes en 45.94, una de las marcas más impresionantes del atletismo en la última década.
También en los 400 metros con vallas, pero en la rama femenina, la cubana Zurian Hechavarría tuvo una destacada actuación a pesar de no clasificarse hasta la final.
Hechavarría estampó marca personal de 54.99 segundos en la primera ronda clasificatoria, y estuvo cerca de sus registros más destacados en todas sus presentaciones. Zuriam llegó en la cuarta posición en el heat 2 de semifinales y quedó fuera de la disputa de preseas.
Igual suerte en esa misma prueba corrió la también cubana Yadisleidis Pedroso, quien compite bajo la franela de Italia. Pedroso culminó quinta en el tercer heat semifinal con tiempo de 55.80 segundos.
La siempre competitiva Yarisley Silva, subtitular olímpica en Londres 2012, compartió el octavo lugar con otras cuatro atletas al registrar una marca de 4.50, resultado meritorio debido a la falta de competencias y las dificultades en la preparación durante toda la temporada.
La corredora Roxana Gómez fue víctima de una lesión durante la final de los 400 metros planos femeninos. La cubana había llegado a la final olímpica tras exhibir un excelente performance en el que superó sus mejores registros de por vida al rebajar la barrera de los 50 segundos.
Gómez había alcanzado el mejor registro de su vida al parar los relojes en 49.71 segundos durante las semifinales, destrozando su anterior crono personal de 50.76 registrado justamente en la primera ronda de esa prueba.
La lesión en la final de la vuelta al óvalo le impidió a Roxana participar en la final del relevo 4x400 femenino. La cuarteta cubana venía con grandes expectativas tras haber alcanzado la medalla de oro en el Mundial de Relevos de Silesia, Polonia 2021, sin embargo culminó en el octavo puesto de la final.
El relevo integrado por Zuriam Hechevarría, Rose Mary Almanza, Sahily Diago, Lisneidy Veitía estampó una marca de 3:26.92 minutos en la disputa de las medallas, un crono superior al de la presea de oro en Silesia (3:28.41).
Pero una cosa es con guitarra y otra con violín, ya que los Juegos Olímpicos no se parecen en nada a los mundiales. Las antillanas enfrentaron una carrera extremadamente rápida con escuadras más potentes en la que se impuso la cuarteta de Estados Unidos (3:16.85), secundado por las polacas (3:20.53) y las jamaicanas (3:21.24).
Rose Mary Almanza fue víctima de una mala estrategia y llegó cuarta a la meta en el tercer heat semifinal con tiempo de 1:59.65 minutos, que la dejó sin opciones de incluirse entre las ocho finalistas de los 800 metros planos.
Mientras que Yorgelis Rodríguez tuvo que retirarse entre lágrimas y en una silla de ruedas durante la primera prueba del heptatlón por una lamentable lesión.
El subcampeón olímpico de Río 2016 en los 110 metros con vallas, Orlando Ortega, no pudo presentarse a la competencia en representación de España por una inoportuna lesión en los isquiotibiales.
Asimismo, el saltador de altura, Luis Enrique Zayas se despidió temprano de la lid con un modesto salto de 2.17 metros.
REMO
CANOA BIPLAZA 1000 M
La dupla cubana de Serguey Torres y Fernando Dayán alcanzaron una de las medallas de oro más emotivas de estos Juegos Olímpicos luego de imponerse por apenas 20 centésimas sobre la tripulación china en la final de canoa biplaza a mil metros.
Los cubanos lograron toda una hombrada pues arrancaron en la última posición y tras un frenético empuje en los últimos 250 metros cruzaron la meta por delante de todos los competidores con registro de 3 minutos, 24 segundos y 995 milésimas, nuevo récord olímpico.
Este fue el mejor resultado en este deporte para Cuba en citas olímpicas, desde la medalla de plata alcanzada por Leobaldo Pereira e Ibrahim Rojas en Sidney 2000, así como el segundo lugar de Ledis Frank Balceiro en el C1 a mil metros.
Fernando Dayan quiso consumar la hazaña de convertirse en el quinto atleta cubano en la historia de los Juegos Olímpicos en alcanzar más de una presea en una sola edición, sin embargo quedó en la séptima posición en la final A de la canoa individual a mil metros.
Según recoge el periodista Aliet Arzola, los únicos cuatro atletas cubanos que han obtenido más de una presea en Juegos Olímpicos son el esgrimista Ramón Fonst (dos en París 1900 y tres en San Luis 1904), la velocista Silvia Chivás (dos en Múnich 1972), el mítico Alberto Juantorena (dos en Montreal 1976)y el floretista Elvis Gregory (dos en Barcelona 1992).
De vuelta a la canoa individual a mil metros, el otro representante cubano involucrado en esta prueba, Jose Ramón Pelier, terminó en la novena posición general.
Yarisleidis Cirilos y Katherin Nuevo culminaron con una destacada sexta posición en la final A de la canoa doble a 500 metros. Ambas piragüistas habían finalizado en los puestos 4 y 8, respectivamente, en la final B de la prueba femenina de la canoa individual a doscientos metros.
Su compatriota Milena Vargas ocupó la posición 17 en el Skiff femenino.
JUDO
IDALYS ORTIZ
Alcanzar cuatro medallas olímpicas es una hazaña para la que pocos atletas están destinados: Idalys Ortiz es una de las elegidas.
La artemiseña rubricó su nombre en la historia del judo mundial tras culminar con medalla de plata en la división de más de 78 kilogramos. Con esa presea, Ortiz archivó su cuarto metal en citas estivales donde acumula un oro (Londres 2012), dos platas (Río 2016 y Tokio 2020) y una presea de bronce (Beijing 2008).
Quiso el destino que fuese en la cuna de judo donde Idalys agrandara su leyenda y se convirtiera en la segunda cubana en con cuatro medallas bajo los cinco aros junto a Driulis González.
En el resto de la comitiva, la santiaguera Kaliema Antomarchi (78kg) sacó su estirpe de guerrera y logró avanzar hasta la discusión de la medalla de bronce, a pesar de que cayó en esa instancia frente a la alemana Anna-María Wanner, quien le marcó Waza-ari antes de concluir los primeros dos minutos del pleito.
El matancero Magdiel Estrada (73 kg) no pudo avanzar en el organigrama, al caer en su debut ante el moldavo Victor Sterpu, mientras que Maylin del Toro (63 kg), culminó en la novena posición.
Iván Silva (90 kg), mejor judoca del equipo masculino de los últimos años, se despidió en el mismo debut tras ceder frente al turco Mikail Özerler. Andy Granda (100 kg), por su parte, perdió en la ronda de 16 ante el representante de Tayikistán, Temur Rakhimov.
TIRO
LEURIS PUPO
A sus 44 años y sextos Juegos Olímpicos, el holguinero Leuris Pupo no deja de asombrarnos. El pistolero con la flema que lo caracteriza volvió a retar los pronósticos, las carencias de balas y la historia para agenciarse una medalla de plata en la modalidad de 25 m de pista rápida en tiro, la misma en la que se erigió titular olímpico en Londres 2012.
Pupo solo fue superado por el oficial del ejército francés Jean Quiquampoix, quien igualó el récord Olímpico que el cubano había establecido hace nueve años.
Jorge Félix Álvarez, el otro antillano en competencia, quedó en el lugar 13, con un acumulado de 578 puntos, con parciales de 287 y 281.
La espirituana Eglys de la Cruz, medallista de bronce en Beijing 2008, culminó en el lugar 37 del rifle de aire a 10 metros y no pudo mejorar su actuación en el rifle a 50 metros en tres posiciones al concluir en el lugar 23 con 1163-50x puntos.
Los cubanos Jorge Grau y Laina Pérez concluyeron en el lugar 14 de la fase clasificatoria de la pistola aire a 10 metros, evento mixto. Grau ocupó el lugar 19 en la lid individual de esta modalidad.
La matancera Laina Pérez finalizó en el lugar 32 de los 10 metros pistola de aire comprimido al sumar 567-11x, en el Asaka Shooting, entre 53 atletas inscritas. Igualmente quedó fuera de la final de ocho, al terminar en el lugar 14 en el torneo con pistola a 25 metros.
BÉISBOL
RAÚL VALDÉS
La ausencia de un equipo cubano de béisbol por vez primera de unos Juegos Olímpicos fue una de las grandes debacles del deporte antillano antes del encendido del pebetero en Tokio 2020.
La selección de las cuatro letras, reina absoluta de citas estivales con tres preseas doradas y dos de platas, no pudo obtener su boleto a la cita bajo los cinco aros tras su desastrosa actuación en el certamen preolímpico celebrado en la Florida.
No obstante, ello no fue un impedimento para que un representante de la mayor de las Antillas pisara la grama olímpica y además se agenciara una medalla. El zurdo habanero de 43 años Raúl Valdés, fue el caballo de batalla de República Dominicana para obtener una meritoria presea de bronce en el certamen beisbolero que tuvo a Japón y Estados Unidos como los ganadores del título y el subtítulo, respectivamente.
Valdés fue el encargado de la apertura en el choque por la medalla de bronce ante Corea del Sur. Tiró cinco entradas y dos tercios en las que permitió una sola carrera limpia, y aunque salió sin decisión, los de quisqueya terminaron imponiéndose por marcador de 10 carreras por 6 ante los asiáticos.
TAEKWONDO
RAFAEL ALBA
El taekwondoca cubano Rafael Alba se encargó de abrir el medallero para la delegación cubana en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, al agenciarse el metal de bronce en la división de más de 80 kilogramos.
Alba, campeón del orbe en 2013 y 2019, tuvo un mal comienzo al caer ante el macedonio Dejan Georgievski (8-11) en su primer combate en octavos de final. No obstante su rival avanzó hasta la final y arrastró al cubano a la ronda de repechaje donde doblegó en la repesca al marfileño Seydou Gbane y posteriormente derrotó en la lucha por el bronce al chino Sun Hongy.
KARATE
ARIEL TORRES
El karateca nacido en la isla estampó su nombre para la posteridad al conseguir la primera medalla en la historia para los Estados Unidos en Karate durante unos Juegos Olímpicos. Torres venció al venezolano, Antonio Díaz, para colgarse la presea de bronce en katas con una puntuación de 26,72 contra 23,64 de su rival.
El karate debutó como disciplina olímpica en Tokio 2020, por lo que Torres tuvo la oportunidad de ser el primer estadounidense en subir a un podio dentro de esta disciplina bajo los cinco aros.
El pinareño de 23 años se fue con sus padres a Estados Unidos cuando tenía cuatro años. Torres había sido medallista de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 en la modalidad de kata.
CICLISMO
Arlenis Sierra se ubicó en el puesto 34 de la prueba de ruta en Tokio, dominada por la austriaca Anna Kiesenhofer. La manzanillera de 28 años, cruzó la meta en 3:59:47 horas, en un trayecto de 137 kilómetros, con cinco retos montañosos, en especial el Fuji Sanroku, de mil 451 metros sobre el nivel del mar.
GIMNASIA ARTÍSTICA
La gimnasta cubana Marcia Videaux quedó fuera de la final de la prueba de salto femenino en la gimnasia artística de los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Marcía no se vio bien en su primera ejecución, mientras que en la segunda no pudo concluir el giro en el movimiento lo cual afectó su calificación. La granmense concluyó finalmente en el puesto 16 de dicha prueba.
ESGRIMA
El esgrimista cubano Yeisser Ramírez que representa a los Estados Unidos, culminó en el puesto 30 de la espada masculina individual y noveno en la competencia por equipos.
Ramírez nació en Guantánamo en 1986 y en 2007 llegó a EE. UU. donde se hizo ciudadano estadounidense en 2014 y luego integró la selección nacional de espada en el país norteño.
PESAS
Por vez primera en la historia, Cuba clasificó a tres mujeres en halterofilia a unos Juegos Olímpicos.
Ludia Montero (49 kg), culminó con una meritoria sexta posición y se convirtió en la segunda pesista cubana que logra ubicarse en una final olímpica luego de lo conseguido hace cinco años por Marina Rodríguez (octavo lugar) en Río de Janeiro.
Precisamente Marina Rodríguez (64 kg), reeditó el octavo lugar de Río 2016 con un acumulado de 221 kg, tras marcar 98 kg en el arranque y cerrar con un envión de 123 kg.
La última representante de la halterofilia cubana, Eyurkenia Duverger, finalizó en el noveno lugar de la tabla de posiciones de la división de +87 kilogramos.
Entre los hombres, el pesista cubano Olfides Sáez, de la categoría de los 96 kilogramos culminó en la novena posición del certamen.
Mientras que el también cubano y nacionalizado chileno, Arley Méndez, se retiró de la competencia sin poder terminar la prueba del envión en la jornada de debut.
VOLEIBOL
A pesar de que el voleibol cubano no clasificó a ninguno de sus equipos a los Juegos Olímpicos de Tokio, esto no fue un impedimento para poder disfrutar de las actuaciones de grandes exponentes del voleibol antillano que ahora militan en otros países.
La calidad del voleibol cubano es tan alta que tres de sus representantes, Yoandy Leal, Osmany Juantorena y Wilfredo León arribaron a la capital nipona como figuras de referencia de los conjuntos de Brasil, Italia y Polonia, respectivamente.
Los amantes de este deporte no solo se deleitaron con los remates, saques y bloqueos de estos tres exponentes, sino que fantasearon con un equipo Cuba que congregue a estas tres figuras y a otras tantas desperdigadas en el mundo que han puesto bien en alto el nombre del voleibol antillano.
A pesar de registrar destacadas actuaciones individuales y de que sus equipos eran a priori favoritos a las medallas, ninguno de los tres pudo colgarse una presea en Tokio 2020. Leal con Brasil fue el único que tuvo la oportunidad de subir al podio de premiaciones, pero la canarinha cedió sorpresivamente 3 sets a 2 en la disputa del bronce ante un combativo equipo argentino.
León y Juantorena no pudieron acceder a semifinales luego de la derrota de Polonia 3-2 a manos de Francia y de Italia por ese mismo score frente a Argentina.
VOLEIBOL DE PLAYA
El binomio cubano de Lidianny Echevarría y Leila Martínez solo pudo avanzar hasta la ronda de octavos de final, tras caer eliminado frente al dúo estadounidense de April Ross y Alix Klineman por dos sets a cero.
Las antillanas cayeron con parciales de 17-21 y 15-21, en solo 39 minutos, y ya no podrán acceder a los cuartos de final.
Echevarría y Martínez arribaron a esta instancia luego de superar 2-0, por tanteadores de 21-17 y 21-17 a las holandesas Katja Stam y Raisa Schoon.
Finalmente las cubanas culminaron en el noveno lugar de la lid.
BALONMANO
Al igual que en el voleibol de sala, ninguna representación de la mayor de las Antillas participó en el balonmano de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, el trío de atletas cubanos compuesto por Daymaro Salina, Víctor Iturriza y Alexis Borges integró la selección de Portugal que a la postre terminó eliminada en la fase de grupos de este deporte.
TENIS DE MESA
La tenista de mesa Daniela Donseca cayó en ronda preliminar ante la australiana Jian Fang Lay y culminó en el puesto 65. En el doble mixto, Fonseca finalizó en la novena posición junto a su compañero de equipo Jorge Campos.
NATACIÓN
El nadador cubano Luis Vega no pudo pasar de las rondas preliminares en las pruebas de 200 metros mariposa y 400 metros estilo libre. Vega quedó eliminado de competencia al entrar en último lugar de su heat eliminatorio en la prueba de 200 metros estilo mariposa, mientras que en la prueba de los 400 metros combinados terminó igualmente en última posición con el discreto tiempo de 4:27:65 minutos.
Su coequipera Elisbet Gamez finalizó última en su hit eliminatorio de los 200 metros estilo libre femenino con marca de 2:00.56.
PENTATLÓN MODERNO
Los pentatletas cubanos Leydi Laura Moya y Lester Ders culminaron en las posiciones 26 y 36 respectivamente, en las competencias individuales de esta disciplina en Tokio 2020.
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *