La Habana, 1 ene.– Con el propósito de formar jóvenes y a todas las personas interesadas en un oficio o en adquirir determinadas habilidades, el proyecto Armonía capacita a estudiantes de Centro Habana y La Habana Vieja, municipios con complejidades socio-demográficas de la capital cubana.

Aunque primeramente radicó en La Habana Vieja, hoy la iniciativa lleva dos años en Centro Habana y dispone de un local con varios espacios para el aprendizaje y la socialización cultural, que han llamado Centro Formativo de Capacitación y Superación.

En sus tres años de trabajo, el proyecto comunitario ha capacitado a 350 estudiantes.

Problemas a combatir

Según Yara Vaillant, coordinadora general de Armonía, una investigación previa les permitió identificar el potencial de habilidades de las y los residentes en la zona.

“Hay pocos espacios que potencien la formación de la ciudadanía, y eso pretendemos”, indicó.

La gestora añadió que para trabajar en el territorio no solo se tienen en cuenta la sensibilidad de la comunidad hacia el arte y los oficios, sino la complejidad socio-demográfica que presenta.

“Existe hacinamiento en las viviendas, mucha población flotante y una cantidad de jóvenes con desvinculación laboral y estudiantil”, sumó.

Por eso, el interés del proyecto en que se formen en un oficio. “Así se capacitan, le aportan a la economía familiar y a la propia”, añadió.

En ese sentido, talleres sobre cosmetología, restauración, negocios o arte, idiomas, manualidades para público infantil y las personas de la tercera edad, entre otros, permiten que el proyecto trabaje con grupos etarios variados, desde los tres hasta los 75 años.

La mayoría de los talleres son de carácter gratuito, y otros tienen un precio módico asequible para las y los habitantes de la zona.

Como ventaja, destacó Vaillant, tenemos que no solo se forman en un oficio o una actividad puntual, sino que mediante convenios con escuelas e instituciones acreditadas, tienen derecho a examinarse y obtener un título para ejercer.

“Las personas salen de Armonía con un conocimiento adquirido y un documento que los acredita. Es muy beneficio para ellos”, argumentó.

Además de los talleres formativos cuentan con otras propuestas educativas sobre nutrición, productos de belleza, valores y ética, historia de la capital, reciclaje de materias primas, entre otros.

“Todo lo que tenga que ver con el concepto de reutilizar, recuperar, modificar estilos de vida y asumir prácticas alimenticias saludables, es prioritario”, señaló.

Este texto fue publicado originalmente en IPS Cuba. Se republica íntegramente en elTOQUE con la intención de ofrecer contenidos e ideas variadas y desde diferentes perspectivas a nuestras audiencias. Lo que aquí se reproduce no es necesariamente la postura editorial de nuestro medio.